El próximo jueves 19 de febrero, a las 18:00 horas en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, se concederá el título de Hijo Predilecto de la Leal y Noble Ciudad de Totana a D. Antonio Ángel Martínez Garrido, conocido como "Antonio del Sindicato" por concurrir en su persona un destacado comportamiento de servicio y entrega a sus vecinos a lo largo de su trayectoria profesional en este municipio.
La Corporación Municipal aprobó por unanimidad de todos sus integrantes, en el Pleno del mes de julio de 2014, la aprobación de este reconocimiento anexando la propuesta de la dedicación de una calle en el municipio, cuyo acto público se reconocerá posteriormente.
Don Antonio Ángel Martínez Garrido nació en Totana el 1 de Octubre de 1940. Sus padres, totaneros, son Agustín Martínez Sánchez, de la familia de "Los Pesetas"; y Purificación Garrido Cánovas, hija de Garrido "El de las máquinas", quienes formaron una familia de seis hijos.
Tras la Guerra Civil, la familia vivió en diferentes puntos de la ciudad, dedicado el padre a la labor de aparcero y la madre a las tareas domésticas, e intentando transmitir a sus hijos unos valores de responsabilidad laboral y servicio a los demás.
Su infancia transcurrió como tantos niños de Totana, en los años duros de la posguerra, entre los barrios de Las Ollerías, Las Parras y la zona de Los Huertos. A finales de los años 40, su familia, se trasladó a la zona de La Huerta, más concretamente, al Camino de los Molinos, a una finca que era propiedad de un empresario de Lorca que se dedicaba a la producción de harina, es decir, tenían molinos para moler el grano del trigo.
Allí inició Antonio Ángel Martínez alternando las labores del huerto al frente de una granja de patos propiedad de la familia de doña Hortensia Palao. En aquella época era un gran aficionado a los juegos de la época, lector de tebeos y cine.
Por decisión de sus padres, asistía a clases particulares por la tarde-noche para aprender lo básico en enseñanza.
Cumplidos los catorce años (1954), entró a formar parte del Sindicado Vertical de la época, como ordenanza, en las instalaciones que dependían de dicha entidad, situado en la Avenida de Santa Eulalia de esta localidad. Y es ahí cuando empezó a destacar por sus valores de servicio y entrega a los demás.
En este tiempo es cuando despuntó por su entrega a todos los usuarios del Sindicato Vertical: trabajadores, amas de casa, entre otros muchos vecinos de Totana; asesorándoles y ayudándoles en cualquier duda a todo aquel que se acerca con cualquier problema.
Llegado el momento de incorporarse al servicio militar con el remplazo de 1962, fue destinado al cuartel general del Ejército, en el Palacio de Buenavista (Madrid).
Pasado el periodo de instrucción y comprobando sus superiores ciertos conocimientos administrativos (es muy hábil escribiendo a máquina) pasó a formar parte del equipo de la Secretaría particular del ministro del Ejercito de la época, Pablo Martín Alonso, con el que tiempo después le uniría una cierta amistad personal.
Prestando el servicio militar fallecería el ministro, por lo que tuvo la ocasión, por decisión de unos de los hijos del mismo, de conocer personalmente al Jefe del Estado.
Una vez licenciado, se incorporó en su puesto en el Sindicato Vertical de Totana, desarrollando una intensa labor laboral altruista y generosa con todos sus compañeros y superiores.
A principios de la década de los 70, salió a concurso la plaza de Auxiliar Administrativo del Sindicato Vertical, estando el Tribunal en Valencia y presentándose a dicha oposición: como resultado de los exámenes fue asignado a dicho puesto.
En la última etapa franquista y siendo alcalde-presidente del Ayuntamiento de Totana don Gregorio Crespo Castillo, colaboró con esta institución en cuestiones de asesoramiento vecinal de alcantarillado y aguas, entre otros asuntos.
Finalizado el régimen del General Franco desapareció como tal el Sindicato Vertical, y don Antonio Ángel Martínez pasó a ser administrador de las propiedades del sindicato en Totana, que principalmente son inmuebles y dependencias que muchas de ellas estaban alquiladas a trabajadores y vecinos de la ciudad. Aquí estuvo un breve periodo de tiempo (1978-1980).
En 1980, se abrió en Totana una Oficina de Empleo, donde fue trasladado para desempeñar su labor como empleado público, organismo dependiente del Ministerio de Trabajo, situado en la calle Antonio Garrigues. En este tiempo, vio como su trabajo se multiplicó sin apenas recursos humanos con unas instalaciones precarias (sin ordenadores, todo a máquina de escribir) y con solo un funcionario junto a él.
Es tal la responsabilidad y el empeño por desarrollar su labor que apenas descansaba por atender todas las demandas y ofertas de empleo, robando tiempo libre a su familia; incluso trabajaba los festivos (incluido el Viernes Santo) todo en beneficio de sus vecinos totaneros, e incluso de otras poblaciones vecinas como Alhama de Murcia, Librilla, Aledo y Mazarrón.
En este cargo de la Oficina de Empleo permaneció hasta 1985, cuando es trasladado a la Comisaría de Policía de Lorca, pasando a depender del Ministerio del Interior, mas concretamente al Departamento de Expedición del Documento Nacional de Identidad (DNI).
En este nuevo puesto desarrolló una gran labor profesional con todos los vecinos y usuarios de Totana y con todos los ciudadanos que se le acercaban, resolviendo diligentemente sus demandas: tramitación del DNI, renovación, información de todo tipo de gestiones a los vecinos, etcétera.
Atendía en su trabajo con el horario habitual, en su domicilio a todo aquel que se acercaba con dudas (hasta de madrugada) y también en su centro de ocio del Círculo Mercantil y Agrícola de Totana, donde lo frecuentaba asiduamente y fue tesorero durante 10 años.
Además, desempeñó tareas administrativas por las tardes en la "Asesoría García", situada en la calle Antonio Garrigues y después en calle Santa Bárbara, donde también era visitado por vecinos con dudas y problemas, hasta prácticamente su jubilación.
En 2005, se jubiló como funcionario de carrera con 52 años de servicio, llegando a ser el decano nacional de los cotizantes a la Seguridad Social, pero su vocación no le permite estar descansando, y por deseo de sus superiores de la Comisaría de Lorca sigue yendo a su puesto a realizar tareas especiales, hasta el día de hoy, con 73 años cumplidos.
Casado con Dolores Hernández Cánovas y padre de tres hijos, es amigo de sus paisanos, persona amante de su pueblo y sus tradiciones, de una honradez y nobleza humana intachable, extremadamente rígido en sus valores, gran jugador de truque, devoto de Santa Eulalia; y atesora una gran responsabilidad y empeño por cuidar de sus vecinos de una forma generosa y desinteresada.
Ha sido galardonado con varios reconocimientos por su dedicación y entrega en el trabajo, como por ejemplo la placa-Cruz Policial con distintivo blanco.
Es sin duda un gran funcionario público con mayúsculas, donde la responsabilidad es su bandera y su actitud servicial es su himno.
Una frase muy pronunciada por muchos totaneros es: "Cuando Antonio nació, tiraron el molde". A lo largo de la vida de una persona, son muchos los valores por los que puede ser identificado: por su generosidad, entrega, constancia vocacional en la parcela laboral, entre otros.
Don Antonio Ángel Martínez Garrido es un totanero que es reconocido y valorado por los vecinos y vecinas de esta Ciudad por su entrega generosa y altruista en pro de los totaneros, desde su profesión como funcionario del Estado.
Este vecino ha dedicado (y dedica) 52 años de vida laboral a facilitar los trámites de cualquier persona que se acerca con dudas y problemas relacionados con su labor como empleado público.